Bitácora de una pluma enfermiza URBE + POEIA + MOVIMIENTO

6.12.2006

VÍCTIMA DE LA LOCE

Ni pingüino ni revolucionario y menos alumno estrella. Sólo "elemento distractor" del aula. Bautizado con esa gracia por mi profesora Elvira Castro Roa. Señora abnegada de educación básica que me tiraba de las patillas cada vez que podía. Mientras jugaba a las láminas de "basuritas", después de haber juntado las de "he man" y tantas otras menos honrrosas como las de los "cariñositos" o "heidi".
Sankokai en la pantalla de UCV, la que nunca vi después. Y esos lunes, cantando el himno. Y cómo olvidar a mis compañeros que con complejo de paco andaban disfrazados de brigadistas impartiendo justicia en eventos como el 21 de mayo, donde premiaban al mejor del curso con unas patillas de corcho.
Algunos son injustos con ellos mismos por no haber llevado adelante una revolución ni nada por estilo. Somo sesa generación perdida, pero no por ser menos gritones deberíamos ser consideredos como los hijos del ketchup y la dictadura, que no pudo germinar ningún movimiento a ningún puerto.
Qué es eso de los "hijos de la democracia" si a mí entender sigue igual la cosa. Una repartición tutelada entre los mismos sectores de élite que antaño repartía las cosas a su beneficio en las reuniones del Club de la Unión y otros más torrantes en el República.
En la escuela fumábamos en un sitio llamado "cenicero" y acostumbrabamos a saltarnos las rejas del "establecimiento" a tomar chelas. Sin dudas no éramos muy avanzados en la organización, pero lo pasamos muy bien. Y sostengo aún que no existen los jóvenes que no sean revolucionarios como dijo un presi hace unos años "se trata de una contradicción hasta biológica".