¿Y qué fue de eso llamado “Gobernabilidad”?

En la última campaña presidencial los dos polos que se pelean la representatividad gracias al miope sistema binominal, hablaban de ser las únicas opciones de dar gobernabilidad a Chile.
Ninguneando a las demás opciones políticas por carecer de representantes en el Congreso Nacional, cosa sabia, pero acabronada por decirlo menos.
Hoy, tras las sendas movilizaciones estudiantiles y las que vendrán, ciudadanos víctimas de la delincuencia y los automovilistas que pedirán el fin del impuesto específico a las gasolinas. Se abre una oportunidad ciudaddana, pero cuidado, puede transformarnos en una república bananera más.
Si bien los gobiernos de la concerta habían mantenido la premisa de no negociar bajo presión, con el precedente de la comisión asesora presidencial en materia educacional, se sienta sin duda una prueba de ingobernabilidad.
Casi 80 personas discutiendo sobre materias que en 16 años no fueron capaces de atender para un gobierno de 4 años. No creo que Michele pase a la historia como un gobierno de transformaciones en materias sociales. Esto escapa a todo análisis político que temprano se situó en la lógica de ser un gobierno administrador de las mismas políticas que venían de los gobiernos del arco-iris.
Si la agenda pública la van a manejar los ciudadanos, en buena hora, pero demuestra empíricamente que la gobernabilidad no la sustentan los bloques políticos con representación en el Congreso.