LOS PUENTES DE LA CONCERTACIÓN

Más allá de recordar las imágenes del puente en Loncomilla que colapsó sin dejar afortunadamente víctimas fatales, o traer a colación las banderas españolas y/o negras que un alcalde enarbola, quiero manifestar mi convicción de ciudadano que Chiloé merece ese puente, tanto como el hospital y el casino que le fue recién arrebatado.
No hacer el puente sobre el canal de Chacao es sentenciar a la negación del desarrollo a la Isla Grande de Chiloé. La franqueza de Gabriel Ascencio -diputado decé de la República- y su metáfora del cordón umbilical son absolutamente necesarias para que el “turista” entienda que lo chilote no es la persona con gorro de lana comiendo milcao. No sólo es eso. Es cierto, quizá el pueblo más depredador del ecosistema, pero con una relación de abandono total.
Cómo no entender las voces independentistas de Magallanes, Rapa Nui, Arica y Chiloé. En el norte tomamos malas decisiones se escucha desde el viento sur.

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