Bitácora de una pluma enfermiza URBE + POEIA + MOVIMIENTO

3.30.2007

LAS FECHAS NECESARIAS PARA NO PERDER EL RUMBO

“Mire estos menores de 16 años de edad, ni siquiera estaban vivos cuando murieron los hermanos Vergara y ni idea tienen de su lucha”[1]. Si estuviera profesando mi vocación habría contrapreguntado si es que cree en el viejito pascuero el subsecretario de Interior Felipe Harboe. Su argumento sobre estos menores de edad, invalida a la ciencia misma.
No es posible que una alta autoridad de gobierno sentencie que los menores de edad no pueden conmemorar una fecha por no haber vivido el hecho. Si es así, ninguno de nosotros, ni Felipe festejaría en Navidad o el cumpleaños de sus padres.
Este argumento es tan antojadizo como las críticas a algunos documentalistas que insisten en contar la historia reciente del país, pese a no tener cabida en los medios televisivos. O que es de trasnochado realizar investigaciones sobre la Segunda Guerra Mundial. Y para qué hablar entonces de otras civilizaciones. Un punto de vista tan hueco como impedir hablar de París si nunca te haz fotografiado en la Torre.
Todo eso está mal si no tenemos la edad de Matusalem o somos una suerte de jailanders atrapados en el tiempo.
No es la primera vez que escucho al subsecretario del Interior hablar en este tono. Cada vez que se enrarece el calmado esmog santiaguino desde los medios de comunicación masivos, previo a una fecha de estas características, me parece que Harboe se pone los bototos de su jefe Belisario “belicoso” Velasco y pide prestadas pinturas a su tocayo Camiroaga para hablar tan belicosamente equivocado.
Y siempre lo hace una vez que las molotov han detonado algún carro de su represión amparada en la paz que la ciudadanía implora.
Descubrir que el terrorismo lo están implantando desde un gobierno de fachada para la elite, les molesta. No hacerse cargo de un Estado que invierte 40 mil pesos en sus niños en las escuelas e invierte 120 mil en los reos inaugurando cárceles privadas y un plan de locomoción colectiva caótico, les es indiferente, parte de los procesos a la modernidad y una calidad de vida mejor. Así es mejor que se dediquen a vender soluciones habitacionales para pitufos con los viejos “cracks” de la TV.
Sus asesores no leyeron los sucesos ocurridos en París hace un par de años. No entendieron las movilizaciones de los secundarios. No comprenden por qué tanto joven que rechaza inscribirse en su sistema binominal. Pero sí hasta el día de hoy cantan canciones sobre el París de 1968.Otros ilusos creen que con buenas intenciones lograrán edificar sus loables proyectos. Que por lo demás, generalmente son anhelos personales para tener su espacio en los santillana de la mala educación que reproduce seres funcionales que experimentan cada vez más patologías rarísimas, combatidas con fármacos durísimos y llenan prisiones con consumidores de marihuana.
Sr. Harboe, como dije, lo había escuchado hablar en ese tono y erróneamente, pero además esta vez, con todo respeto, hizo el ridículo al pasaearse con carabineros por los pastos de la USACH. Sables de una obra de danza africana y compuestos químicos que no eran más que desechos orgánicos de las clases. ¡Y claro! Muchos envases de cerveza vacíos para ahorrarse lo que se va en fotocopias. Si con esto del impuesto al libro, no es chiste que somos la nación más pirata de los pseudodesarrollados.
Por lo incendiario de mis comentarios y mi última lectura de Bakunin debo ser un terrorista. Pero de las palabras. Un arcano de canciones aburrido de esperar esa alegría que venía con los aires de democracia, que terminaron con olor a Farfana.
Más encima, sacar la paja de la lana no es tarea de los ciudadanos, no nos corresponde por mandato de los representantes. Si la sola consulta que nos hacen cada cierto tiempo, tiene entre las alternativas sólo personas designadas entre cuatro gordos. Y para colmo ciudadano, tenemos que aguantarlos en las portadas sacándose ventajas para los próximos comicios, junto a fotografías de líderes de opinión de dudosa capacidad intelectual.
Un poco de sensatez ciudadana les recomienda mi chamán. Un recorrido por el arrabal de esta ciudad insigne del progreso, este cantautor. Una mirada por debajo de los puentes antes que se caigan es lo mínimo que estamos en condiciones de exigirles a los representantes del dinero.
El terror lo sienta un sistema discapacitado. El miedo ya no nos hace acudir a la iglesia por un escape a nuestros pecados. El miedo lo sentimos por llegar tarde o incurrir en un error según la lectura de nuestros jefes. El miedo los ciudadanos no sólo lo sentimos por las noches en que ahora no podemos desplazarnos por la ciudad, si se nos antoja descalzos.
También lo sentimos porque estamos cansados y defraudados de que nos sigan mirando las pelotas. Que nos metan su prepotencia por los ojos mientras cansados llegamos a casa y nos recibe Kike con sobredosis de silicona y cuentas impagas. Y en las esquinas basura acumulada por montones porque se recorta el presupuesto de una municipalidad que vendió hasta el agua, para materializar los deseos “loables” de un ex candidato.
Tras una jornada laboral mediocre y llena de abusos, leemos un titular que celebra el milagro chileno de la economía. Exigiendo una explicación como Condorito. Haciéndonos cargo del muertito. Viviendo con las decisiones de pocos y lo que lleven los bolsillos.
Tanto a Harboe como a toda la clase política se le extravió el sueño. El norte que alguna vez estuvo focalizado en derrocar al tirano. Ahora parece que la brújula tiene a Harboe mirando hacia el polo norte. Consejo de un lobo marino que no gusta de los candidatos, es que se fije más en la estrella del sur.
Esos mismos que financiaban las publicaciones de un periodismo con olor a underwood, hoy descansan en los sillones de palacio, bajo la excusa provocadora de hacer las cosas por una vocación de servicio, para algunos divina para otros social. Lo cierto es que no se ganan un trozo de cielo y menos la simpatía del pueblo.
El amplio entendimiento de las movilizaciones pingüinas por parte de la opinión pública sólo nos dice que ella también estaría en las calles, pero es el tiempo el que no tienen para poder manifestarse o el miedo instaurado desde el establishment disfrazado de miel sobre hojuelas.
Es fácil entender por qué creen y sienten que las cosas marchan sobre ruedas, por esas carreteras concesionadas que me hacen odiar al correcaminos cuando lo escucho al pasar por los cobradores.
Es fácil caer en vuestro error digo, porque reconocen la estabilidad del país cuando sus pares internacionales le sobajean el hombro en cada una de sus salidas al exterior. Es como si perdieran los sentidos estando en casa. Una bipolaridad fronteriza, diría mi psicoanalista. Aquí no sólo no saben dónde mirar, sino que también a sabiendas se mienten a ellos mismos para poder perpetuarse en el poder con su política del empate que es francamente vergonzosa, si cada vez que los muertos desfilan por causas electorales.
Nuestra democracia está dando claras muestras de que es necesario saltar a una representatividad real que garantice la gobernabilidad y la fiscalización de que no estamos siendo testigos pasivos o cómplices desinformados de negociados entre compadres que se conocieron en reuniones de partido o de ex compañeros.
Es necesario que podamos convocar a plebiscitos, que ejerzamos nuestros derechos.
Estas fechas son necesarias para el sentido de la periodicidad. De nuestra condición de protagonistas históricos. Estas fechas no son rencores de adolescentes como quieren hacerlas ver el Sr. Harboe y sus colegas.
Son fechas que deberían despertar a los intelectuales dormidos por premios y comidas suntuosas, hediondas a solemnidad de biblioteca húmeda.
Es el minuto para lanzarles pan mientras ellos comen del cerdo. O esperar hasta que se les queme el paladar. Y decidan comprarse un país más pequeño cerca de alguna isla.


[1] en la conmemoración del día del Joven Combatiente que conmemora la muerte de los hermanos Vergara de manos de cuatro carabineros –hoy confesos- un 29 de marzo de 1985.



una madrugada del 30 de marzo de 2007. La tormenta amenaza con sonidos huracanados. Como con latones de montaje y la furia del viento.

Etiquetas:

3.21.2007

BIENVENIDA TEMPORADA OTOÑO-CONVULSIÓN

Dejar atrás el calor de Santiago puede ser lo mejor de pasar del verano al otoño. Quizás no sea de frentón pero las ojas amarillas que espero pisar junto a las veredas de la ciudad no están retorcidas de daños solares como los temperamentos de los santiaguinos que buscan un signo de amabilidad como niños un algodón dulce.
La estación predilecta de Tellier abre la temporada en una moda de desequilibrio y contrastes. Como aquellas familias que están borradas de nuestro tránsito bajo los puentes de las carreteras.
Atrás las horas del deshielo para concentrarnos en el precipicio de un tumulto enardecido por la dignidad pasada a llevar.
Aunque siempre estemos de viaje y las estaciones protagonizen temporadas de moda, las cosas no han cambiado tanto. Mensaje para los tecnócratas, que cuentan las hojas en el suelo y no ven sus colores y su aroma pasan por alto.
Se abre la temporada de caza para con todos aquellos que resulten responsables.