Bitácora de una pluma enfermiza URBE + POEIA + MOVIMIENTO

11.30.2007

REFLEXIONES SOBRE LAS TOMAS QUE VIENEN


Resultado de la introducción de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), nos vamos acercando cada vez más al momento en que la humanidad empieza a adoptar el lenguaje audiovisual, como el modo de comunicación interpersonal. A este nuevo lenguaje de intercambio que ya desarrollamos a través de la transmisión de imágenes por los teléfonos móviles, a través de Internet y de otros medios que están por asentarse e nuestro mercado. Es un salto en nuestras formas actuales versátiles para poder comunicarnos. Una de tantas que cobra más fuerza que sus antecesoras -comentadas como formas de comunicación de la generación del pulgar-. Msn, SMS, etc. Es a partir de este primer impacto de la relación interpersonal mediante un nuevo lenguaje, que se genera la necesidad para Chile de alfabetizar a su población en este lenguaje. La cultura audiovisual suma una enorme importancia a la que le ha competido tradicionalmente, en las áreas de patrimonio cultural. Para reflexionar hoy sobre el audiovisual chileno se debe tener en cuenta ese impacto, ese nuevo significado de lo audiovisual. Más allá del cine, más allá de los productos audiovisuales como lenguaje generalizado, es la cristalización de una forma de comunicación entre las personas. En Chile se ha avanzado en materias educacionales a través del audiovisual, pero falta abrirlo a más temprana edad, ya que debemos comprender que esa alfabetización es crucial en el mundo de hoy. Aprender a leer las imágenes no consiste en todo caso en un suministro de horas tele a la semana para los niños. No nos referimos a tamaña tortura infantil. Entendemos que es necesario aplicar antecedentes de la cultura audiovisual para familiarizarlos con un lenguaje que hasta el minuto en materia de audiencia es prácticamente autodidacta. Los amantes de los libros discutirán conmigo, pero siendo también un apasionado de ellos, no podemos dejar escapar la oportunidad de un modo de contar las cosas que es francamente infinitamente más rico. Las lecturas han cambiado. Y no es meramente un proceso de alienación la que tiene a las masas embobecidas con la TV, una a la que si no se tiene acceso al cable evidentemente conduce al letargo intelectual.Pero, todo indica que el acceso será más amplio en producciones y para una mayor gama de espectadores. A la TVD-T se suman nuevos procesos como la difusión del audiovisual a través de Internet. Otro aspecto que tenemos que tomar en cuenta sobre el impacto de las TIC’s radica en la rápida circulación de productos audiovisuales, de ideas y conocimientos que básicamente garantiza Internet, pero también otras tecnologías y soportes. En el futuro, la circulación y difusión de los productos audiovisuales es probable que se concentre en la red. Todo será emitido y recepcionado por aparatos que ya deberán estar en un momento en que la actualización no llegue a estar como hoy, es decir, en constante reproductibilidad por lo que al terminar de pagar las cuotas de tu actualización ya estás retrasado. El elemento físico que conocíamos va desapareciendo cada día, llegará un momento en el que no se podrá “tocar” nada que se refiera al cine o a la TV y a los productos audiovisuales en general, pues estarán disponibles en la red o por satélite (como ya existen intentos por desarrollar las multisalas), como sea, nos llegarán a través de circuitos. Todo esto modifica por completo muchas de nuestras actuales perspectivas de la industria audiovisual, pero también amplía, más allá de lo imaginable, el campo del audiovisual, que trascenderá a las películas, la industria cinematográfica, el producto concreto. Las nuevas tecnologías facilitan la circulación de ideas. Para Revista ONOFF es vital el espacio de la reflexión y el debate en torno a todas las áreas del audiovisual en su conjunto.Esta nueva economía del conocimiento que comenzamos a vivir aún pese a los oportunistas, todavía está basada en las ideas. En la creatividad tenemos un mar de oportunidades para que el audiovisual consolide una industria y se transforme en un motor económico para generar más empleos, mayor vinculación a las economías nacionales consolidando la que debiera ser la economía más potente en una era denominada “de las comunicaciones”. Es difícil imaginar lo que será el cine dentro de tres o cuatro décadas más. Esto si nos detenemos a pensar, por ejemplo, en la interactividad que será protagonista en las futuras audiencias en la que fijarán el final a su antojo. Hoy apenas podemos imaginarnos pequeños bosquejos de un guión que tendrá en el espectador su propio dueño. Este es un camino de los tantos que quedan por recorrer en las autopistas del conocimiento. Pero por lo pronto debemos concentrar nuestros esfuerzos en la consolidación de un mercado atractivo para el resto del mundo. Una aventura puede ser que nos organicemos más como una nación rica en escenarios y saber hacer para poder atraer inversiones que permitan desarrollar guiones con espacios para soñar, además de potenciar como hasta ahora ha sido la estrategia, la distribución del cine chileno en el extranjero. Revista ONOFF, desarrollada y pensada desde la reflexión y el trabajo de muchos chilenos con el apoyo de diversas instituciones. Una revista que recoge el patrimonio y la historia fílmica de una nación proyectándolas hacia el futuro. Una publicación mensual que se abre al pensamiento, ideas, debate y propuestas de los protagonistas del audiovisual chileno.


Fernando Caro
Editor Revista ONOFF